La campaña, que se inició el día 13 de junio y acabó el día 8 de julio, se ha centrado en la comprobación de la emisión del ruido de los ciclomotores en diferentes puntos de la ciudad. Se trata de una campaña previa a la entrada de verano encaminada a poner freno al exceso de ruidos que proceden de alguno de los ciclomotores que circulan por el casco urbano y que ocasiona molestias a los ciudadanos. La cuantía de estas infracciones ha sido de entre 60 y 600 euros.
Aprovechando esta campaña de medición acústica la policía local de Vila-real también ha denunciado a algunos de los conductores por no pasar la Inspección Técnica de Vehículos, por motivos relacionados con el seguro, por el casco o por el espejo. Además la policía también ha actuado en aquellos casos en los que los conductores han llevado a cabo una serie de reformas en sus vehículos que no están autorizadas, por carecer de permiso de conducir o porque la matrícula estaba ubicada incorrectamente.
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